Científicos del CSIC logran aumentar la capacidad neuroprotectora del té verde
Un estudio realizado por científicos del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica y el Instituto de Parasitología y Biomedicina "López-Neyra", ambos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha demostrado que una modificación química en el principal antioxidante del té verde permite aumentar su estabilidad en solución acuosa e incrementar su capacidad neuroprotectora in vitro. Los resultados han sido publicados en la revista Frontiers in Nutrition.
Estudios previos habían documentado la capacidad que tienen diversos polifenoles de origen vegetal para retardar la aparición de enfermedades degenerativas y procesos patológicos como el Alzheimer, el Parkinson, la esquizofrenia o el cáncer. Este efecto suele relacionarse con la actividad antioxidante de estas moléculas y su capacidad para reducir los niveles de especies de oxígeno reactivo (ROS), incluyendo los radicales libres. No obstante, muchos de estos polifenoles muestran una baja biodisponibilidad.
A diferencia del té negro, el té verde (Camellia sinensis) no es sometido a un proceso de oxidación o aireación durante su procesado, por lo que sus componentes bioactivos no se ven alterados. Una taza de té verde contiene aproximadamente 80 miligramos de un compuesto antioxidante denominado galato de epigalocatequina o EGCG.
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