Un ingeniero japonés está probando un prototipo de robot acuático que limita el crecimiento de algas y malas hierbas en los cultivos de arroz.
Durante siglos, en Japón los patos fueron aliados naturales a la hora de controlar la proliferación de algas y malas hierbas en los arrozales. El movimiento de sus patas palmeadas desmenuzaba las plantas y removía el fondo, lo que impedía que estas recibieran luz solar para crecer. Además, se comían las semillas de este tipo de plantas y los insectos; de propina, abonaban el arrozal tras hacer la digestión. Hoy, las grandes extensiones de los cultivos y las condiciones de producción controlada impiden su uso de forma habitual. Pero un ingeniero de Nissan ha estado explorando las posibilidades que ofrecería un dispositivo basado en los movimientos de estos pájaros. Lo ha bautizado como “agiamo robo”, que significa pato robot.
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