Un análisis en 652 ciudades
muestra un mayor riesgo de mortalidad a corto plazo después de la exposición
incluso a pequeñas concentraciones de contaminación del aire urbano
La exposición a la contaminación
del aire urbano puede aumentar el riesgo de mortalidad a corto plazo, incluso a
pequeñas concentraciones, tal y como confirma un análisis epidemiológico
internacional en 652 ciudades de todo el mundo (incluidas 45 españolas, como
Madrid, Barcelona y Sevilla), dirigido por la Escuela de Higiene y Medicina
Tropical de Londres, en el Reino Unido, y la Universidad de Fudan, en China, en
el que han colaborado investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y
Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC). El estudio se publica en la revista New England Journal of Medicine.
El estudio representa la
evaluación epidemiológica más grande hasta la fecha sobre los efectos a corto
plazo de la contaminación del aire. Los investigadores han reunido datos de
series temporales de 652 ciudades de 24 países en el período 1986-2015, y han
aplicado métodos estadísticos avanzados para comparar la mortalidad diaria con
las concentraciones de contaminación urbana por partículas en suspensión en el
aire (PM), emitidas sobre todo por los tubos de escape de los vehículos.
“Se ha encontrado que, en promedio, un aumento de 10
microgramos/m3 en partículas inhalables (PM10) –capaces de penetrar hasta los
pulmones- y finas (PM2.5) -generadas por la combustión y que pueden penetrar
hasta el torrente sanguíneo- se asocia con un aumento en la mortalidad de 0.44%
y 0.68%”, explica Aurelio Tobías, investigador del CSIC en el IDAEA, que ha
participado en el estudio.
El doctor Antonio Gasparrini,
coordinador de la Red de Investigación Colaborativa MCC, que ha recopilado la
base de datos, y uno de los autores principales del artículo, señala: "Si
bien el aumento porcentual de la mortalidad parece pequeño, este riesgo puede
conducir a un exceso significativo en el número de muertes, dada la exposición generalizada
y las grandes poblaciones que viven en zonas urbanas".
La aplicación de la misma
metodología de análisis a este conjunto de datos internacional permite una
comparación crítica del riesgo entre poblaciones de distintas regiones. Aunque
los investigadores identificaron algunas diferencias, pudieron establecer una
asociación positiva en los 24 países, independientemente de los niveles de
contaminación y del entorno socioeconómico.
El profesor Haidong Kan de la
Universidad de Fudan, el otro autor principal del estudio, señala: "La
consistencia del riesgo estimado en múltiples países y poblaciones agrega
evidencia sobre el posible vínculo causal entre la exposición a la
contaminación del aire y el aumento a corto plazo de la mortalidad".
Cuando los investigadores
examinaron la forma de la relación exposición-respuesta, no pudieron
identificar un umbral, encontrando aumentos significativos en la mortalidad
incluso en exposiciones por debajo niveles umbrales establecidos actualmente en
las guías de calidad del aire.
El doctor Gasparrini indica: “La
ausencia de un umbral discernible significa que es probable que ocurra un
aumento sustancial de la mortalidad incluso con baja exposición a partículas.
Estos resultados deben tenerse en cuenta al evaluar los beneficios potenciales
de las intervenciones para reducir la contaminación del aire urbano, y al
revisar valores umbrales existentes para la salud humana”.
Comentarios
Publicar un comentario